La indiferencia te hace cómplice

  ¡Hola! Hoy vengo a hablaros del peligro de la indiferencia. Probablemente de primeras no lo entendáis, por lo que os voy a poner diversos ejemplos para entender este problema. 

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En algunas ocasiones, cuando ocurre alguna injusticia, hay más de un culpable. Tendemos a culpar únicamente al que lo ejecuta (no me malinterpretéis, no le quito culpa a esta persona, ni mucho menos), pero puede haber testigos cerca que con su indiferencia pueden cargar con parte de culpa.

El primer ejemplo que os voy a poner va a ser uno de los más claros, el acoso escolar. Sabemos que el acoso escolar, también conocido como "bullying" es algo que desgraciadamente sigue estando presente en muchos colegios. Se habla sin ninguna duda del acosador y el que está siendo acosado, al final son los papeles principales de esta situación. Sin embargo, prestamos poca atención a la gente que es testigo de la misma. Algo evidente es que aquellos que no solo miran, sino que participan con risas y comentarios de ánimos, tienen también una gran cantidad de culpa sobre esta situación de acoso. No obstante, aquellos que miran y pasan de largo, o miran con indiferencia, también pueden provocar un gran daño. El acosador debe ser parado (no siempre de manera directa, te puedes meter en problemas o puedes acabar perjudicado, puedes avisar a un adulto para que intervenga), no animado, cualquier risa o mirada lo fortalece. La víctima en estas situaciones se siente sola, el hecho de que no haya nadie que pare la situación puede agravar el sentimiento. Hay que tener siempre en cuenta que el que denuncie la situación puede salvar una vida. Os dejo un artículo muy interesante sobre esto: Ser un "chivato" puede salvar a alguien del acoso escolar . También uno sobre cómo actuar si eres testigo: Qué puedo hacer si soy testigo de una situación de bullying

Otro ejemplo es con el acoso callejero. Si una chica va por la calle y alguien la acosa, ya sea con comentarios o persiguiéndola, es raro que no haya nadie cerca. Si pasas de largo estás justificando y permitiendo que esto ocurra, haciendo que el acosador coja fuerza y la víctima se vuelva más vulnerable. En estos casos te puedes acercar a esa chica y hacerla sentirse segura, manteniendo una conversación con ella o haciéndote pasar por una amiga o un amigo suyo. También puedes ayudarla a llamar a la policía si esta no se siente cómoda para ello. 

De manera que el pasar de largo te hace cómplice de estas situaciones. Ya no solo puedes evitar un mal mayor, sino que puedes ayudar a la víctima a sentirse más segura y menos sola. En estas ocasiones debe primar la empatía, está claro que cualquiera que sea víctima de una situación así desearía que alguien le echase un cable o parase por completo al culpable. Así que por favor, no os quedéis mirando, tendedle la mano a quien lo necesite y avisad a la policía, a adultos o a quien podáis si no podéis intervenir de manera directa. 

Pasad buen fin de semana, ¡Cuidaos🌹!